Yo quise que hubiera un comienzo, y creé los cielos y la tierra. Hice la luz para alternarla con las tinieblas. En mi universo dominado por la aguas interpuse un firmamento para separarlas y le llamé cielo. Concentré las aguas que se agitaban debajo del cielo en un punto de mi universo, sobre las que hice emerger una superficie seca, a la que llamé tierra. Creé el sol y la luna. Poblé las aguas de animales y sobre ellas dispersé aves que se batieran ingrávidas sobre la tierra. Cuando en la tierra ya moraban animales, creé un ser que estaba llamado a dominarles. Una existencia al que llamé hombre. Este fue el génesis que decidí e hice. Desde aquel principio con el firmamento, la tierra y el manto que la cubría con estrellas; hasta su final, con la tierra adueñada por la vida.