Durante los treinta y cinco primeros años del siglo XV, Écija va a afrontar una serie de transformaciones que marcará su historia y consolidará su situación de cabeza de Frontera. La primera y más destacada es la obtención del título de ciudad. A ello se unirá su reconocimiento tácito por parte de la Corona como capital de la frontera con el reino de Granada. Estos dos temas, junto a los que abordan la defensa de sus límites con los concejos vecinos y el encumbramiento de dos familias (los Zayas y los Hinestrosa), están recogidos en los 250 documentos compilados en este volumen, datados entre 1401 y 1435; en ellos se reflejan los avatares que la villa/ciudad padeció durante las continuas guerras fronterizas con los reinos de Portugal y Granada.