Dos hermanos descubren un pequeño insecto muy divertido, una efímera. Investigan en internet y, cuando se enteran de que su nueva amiga solo vive un día, deciden hacer todo lo posible para que ese día le resulte inolvidable, iniciándola en todo tipo de juegos y aventuras. La muerte de la efímera deja triste al hermano pequeño hasta que comprende que las veinticuatro horas que vive este insecto equivalen a la vida de una persona y que, por lo tanto, también las personas tenemos que intentar vivir la vida en toda su intensidad. ¡No hay rato que perder!«Un inmenso canto a la vida que invita a saborear todo lo que ella propone y una bella presentación de la muerte como fin de la vida vivida en su plenitud», Vanessav, Paperblog. «Preciosa alegoría de la vida y la muerte. Algo tan insignificante como un insecto, puede ocupar momentos muy intensos para dos hermanos que se encuentran, espontáneamente, ante del dilema de la vida. [...] Ilustraciones sencillas y monocromo en su práctica totalidad, ausente de escenario, para poner toda la atención en los tres protagonistas: los dos hermanos el insecto de vida efímera, como su nombre indica. Estos dos pequeños representan todos los niños y todos los padres que buscamos constantemente la felicidad porque sabemos que la vida debe vivirse intensamente. Es una gran lección: dar lo mejor de ti a los que te rodean, para hacerles felices y recordar lo mejor de ellos, cuando ya no estén. Una manera muy acertada de perder el miedo a la ausencia». Los Cuentos de Bastian «Estamos ante una historia muy sencilla, visual y con muy poco texto, pero profunda y con una moraleja que deja huella y que se compone de varios mensajes o aspectos a destacar: la curiosidad de los pequeños, las ganas de aprender, que les lleva a investigar para saber qué tipo de insecto es el que se han encontrado; la actitud ante la noticia de que Efímera vivirá poco tiempo: deciden que las horas que viva sean increíblemente divertidas, y la reacción ante la pérdida: la tristeza rápidamente deja paso al consuelo y la satisfacción de haber hecho feliz al insecto. En definitiva, un canto a la vida para los peques, para disfrutarla intensamente porque no sabemos cuándo acabará. Porque hay que devorarla como si fuera una manzana, y afrontar la pérdida de alguien querido con el alivio de que fuimos partícipes en su felicidad». Cazando Cuentos «Impactante y original relato sobre un insecto, una efímera. El día que dos hermanos lo descubren e investigan sobre su existencia, pasarán de la curiosidad inicial al impacto que les causa su inminente final. Pero lejos de caer en el desánimo se comprometen a hacer de lo que le queda de vida una vida intensa, plena. ¡Y vaya si lo consiguen! Y lo que es mejor, sacarán sus propias conclusiones de cómo vivir su propia vida. Preciosas y expresivas ilustraciones acompañan al relato, regalando detalles fantásticos. Una bonita manera de hablar con los más pequeños de la muerte y, sobre todo, de la vida». Calco