Nunca en la historia de la Iglesia Católica existió una brecha tan grande entre las doctrinas oficiales y la práctica cotidiana de millones de católicos.

Philip Kaufman, un monje benedictino, demuestra que los temas de moral sexual que más preocupan a los católicos –divorcio, anticonceptivos y aborto–, no han sido definidos de modo infalible y se han transformado en un intento de manipular a los laicos mediante el control de su vida sexual. A través de un brillante análisis histórico de las cambiantes posiciones de la Iglesia, el autor prueba que no todos los “principios” son absolutos. Frente a esta suerte de monarquía por derecho divino que sostiene el papado, propone rescatar las raíces democráticas del Evangelio y de los primeros cristianos, apelando a la conciencia moral individual.

Philip Kaufman // Judío de nacimiento y agnóstico en su juventud, Philip Kaufman se ordenó como sacerdote católico y como monje benedictino hace más de cincuenta años. Actualmente, vive en la Abadía de Saint John de Collegeville, Minnesota, en los Estados Unidos. La gran difusión de su libro Manual para católicos disconformes, que tuvo varias reediciones, lo convirtió en un referente de los católicos norteamericanos pero también en un símbolo de controversia para ciertos sectores oficiales de la Iglesia, lo que le valió ser prohibido en algunas ocasiones.