El flamenco, desde su raíz, es misterio y memoria. Y a la memoria acude Lutgardo García Díaz para descifrar, con la llave no menos misteriosa de la poesía, sus profundos enigmas, su «dolorido sentir». Ya el poema inicial anuncia una galería de retratos en los que, más allá de los rostros y las voces, entramos en la personalidad de cada artista, desde las figuras borrosas del XIX hasta el presente de José Valencia. Manuel Torre, Antonio Chacón, Antonio Mairena (a quien se le dedica un ciclo de poemas), Manolo Caracol, la Niña de los Peines, Agujetas o José Menese son algunos de los cantaores que, rescatados en imágenes poderosas, en versos de gran intensidad, actúan en estas páginas, donde también se dejan ver Federico García Lorca, el baile de Antonio y la guitarra de Sabicas. Al llevar a los versos la fértil diversidad del flamenco, ha conjurado Lutgardo García la dificultad de centrarse en un único tema y el peligro de la monotonía. Nacida inicialmente como complemento, la lista de los dramatis personae de La llave misteriosa aúna información y opinión y logra convertirse en un reflejo en prosa de la fuerza y el fulgor de los poemas. Juan Lamillar