El comercio durante los siglos modernos se caracterizó por una extraordinaria movilidad y dinamismo, pudiendo apreciarse el establecimiento temprano de complejas redes de mercaderes en diferentes puntos de la Península Ibérica. Por otra parte, el comercio en sí comportó distintas facetas, no limitándose exclusivamente a las mercancías, dependiendo de estructuras institucionales, religiosas y personales para su consecución. Con esta obra pretendemos mostrar diferentes formas de abordar el estudio del comercio en España durante los primeros siglos modernos (siglos XVI-XVII), aportando así nuevas perspectivas y conocimiento histórico. Con ello realizamos aportaciones que confrontan la práctica mercantil desde el punto de vista diplomático, eclesiástico, de las comunidades mercantiles, a través de la conexión de espacios geográficos y políticos, así como desde el punto de vista político.