Durante todo el siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI el espacio teatral ha sido un magnífico campo de experimentación sobre las cualidades y posibilidades de los espacios transformados para los acontecimientos de relación humana. La escenografía se ha situado a la vanguardia artística desarrollando una visión de la realidad actual menos cosificada, una realidad menos visible e inmediata. Una realidad llena de matices y cualidades.Rodeados de imágenes y tecnologías, hoy entendemos el espacio como una dimensión dinámica inseparable del tiempo. Nuestro concepto del espacio ha pasado de ser un dato natural a convertirse en el resultado de un proceso. El espacio, gracias al teatro, ya no es una magnitud fija e inmóvil separada de las dinámicas puestas en marcha por las acciones, no es el receptáculo de nuestra acción, sino que surge con nuestra acción. El espacio se presenta como ente fluido que, al igual que todas las cosas líquidas, apenas puede asegurar su forma.Esta reedición revisada del fruto de una extensa y rigurosa investigación propone, tras un breve examen de la noción de espacio en la ciencia y la filosofía, un análisis del desarrollo histórico y de las transformaciones conceptuales del espacio teatral. Se presta particular atención al espacio escénico contemporáneo, ampliamente documentado mediante imágenes, concebido como un ámbito libre, abierto y mutable en función de las exigencias de la dramaturgia, cuya emergencia se sitúa en la década de 1960. Tales concepciones han cristalizado en la actualidad tanto en sedes teatrales de configuración flexible como en espacios no teatrales reconvertidos en lugares de representación.Las arquitecturas efímeras se erigen como las verdaderas protagonistas, al haber reorganizado por completo el espacio teatral. Tecnología y rito se funden mediante el uso de humo, pirotecnia, color, luces, sonidos y olores que transforman radicalmente la experiencia escénica. Los espacios naturales, por su parte, imponen a los espectáculos sus propias condiciones y configuran el cosmos de la obra: la proporción y la acústica del lugar llegan a constituirse en la base misma del drama, condicionando tanto la estructura como el tono del texto. Sea cual fuere nuestra actitud frente a la configuración del espectáculo teatral en el futuro, el concepto de espacio, junto con otros núcleos teóricos, se ha consolidado como un componente inseparable de la teoría teatral.Este libro está dirigido tanto a investigadores y estudiosos como a amantes del arte y del teatro interesados en un análisis riguroso.