Daniel (el alter ego del autor en la primera parte de la novela) es un joven viajero que acaba de llegar de un largo periplo por América Latina, y Bruna, una pintora entrante en la madurez. Los dos protagonistas de esta historia se conocen en un viaje en tren entre Madrid y Zaragoza, en otoño de 1996.En el intenso diálogo que se establece entre ambos durante este trayecto, y en el reencuentro en Barcelona, que tiene lugar veintisiete años después, hablan de diversos temas de interés compartido por ambos: viajes, filosofía, psicología, meditación, montaña, arte, sexualidad...El intento de vivir plenamente en el presente, la toma de conciencia de nuestros pensamientos y emociones, y el aprendizaje que supone la apuesta por gestionarlos adecuadamente, son la esencia de la filosofía de la vida de Daniel/Joan y la piedra angular de este relato.Todo lo que él narra a Bruna es estrictamente verídico.