Ven que te mate, es una novela negra en búsqueda de una víctima. Se relata por tercera persona aunque en un trenzado de personajes donde es posible que, a veces, no se encuentren las diferencias entre actores y espectadores. Importa más el guion, sin que interesen los cambios en las voces de la tertulia o el acento del locutor. Lo normal es que en este tipo de género el argumento empiece por una víctima y que a lo largo del desarrollo se busque al asesino, sus motivos, sus excusas y sobre todo sus disimulos, elemento esencial de todo misterio. También que el detective razone, trabaje, se arriesgue, busque y halle hasta dar con un fin más o menos convincente, y, por supuesto, que el protagonista puede estar barnizado por una capa de heroicidad o atracción dominante. En este caso y en la presente obra, la anormalidad, tanto del guión como del autor, está garantizada ya que el muerto se retrasa en morirse, se presenta en escena más tarde que sus asesinos, y nuestro detective - gordo, cortito de horizontes, calvo, sordo - no responde al estereotipo de las costumbres. Pero, caridad o paciencia, así salió la cria