Este libro surge de la preocupación de un grupo de profesionales del ámbito educativo en torno al patrimonio cultural, que en el complejo mundo actual corre el riesgo de ser olvidado, transformado o destruido. Tomamos como punto de partida la metáfora del caleidoscopio, que sugiere la posibilidad de mirarlo y pensarlo desde distintas ópticas, para abordarlo como herramienta educativa. La presencia de elementos capaces de recordar nuestros orígenes y nuestra historia colectiva en contextos cercanos, constituye un acicate en la misión de acercar al alumnado a su propio pasado, con el fin de desarrollar su identidad cultural, favorecer el respeto a las diferencias y una cultura de paz. Para ello, en esta ocasión nos fijamos en las artes plásticas, el teatro, la música o la danza, relacionando experiencias diversas con los espacios educativos y los entornos urbanos que nos rodean.