«Apenas pude evitar un estremecimiento de horror cuando entró y se inclinó para dejar una bandeja sobre la mesa. Bajo los mechones de su pelo llegué a distinguir una oreja puntiaguda, cubierta de un vello fino de color marrón.»

Esta es la historia de la obsesión de un brillante doctor: convertir animales en personas. ¿Un milagro de la ciencia o un crimen contra la naturaleza?