Como todos los estudios han demostrado, los minerales poseen poderes mágicos y curativos capaces de realizar cambios positivos en la vida de las personas. Por ello, sus propiedades como generadores de energía se emplean cada vez más con fines curativos y psíquicos. ¿Sabía usted, por ejemplo, que el zafiro desarrolla los poderes psíquicos y actúa como guardián del amor? ¿O que la amatista representa la paz y contiene propiedades curativas, y que el cuarzo se emplea para la protección y estimula los estados de conciencia mágicos? ¡Utilice las piedras, cristales y metales que tiene en casa y aprenda cómo puede realizar magia natural sin necesidad de rituales extensos ni costosos! También descubrirá cómo emplear sus poderes naturales para mejorar la salud, las situaciones financieras, los estudios, las relaciones personales y mucho más. Basado en una extensa investigación, Scott Cunningham nos revela secretos que han permanecido ocultos durante siglos, y le ayudará a aprender todo sobre las propiedades mágicas de los minerales. ¡Sin lugar a dudas, la lectura de esta obra le encantará!La ciencia moderna ha demostrado que los cristales son de gran valor y que todo, desde las comunicaciones hasta los relojes, hacen uso de ellos. El principal uso espiritual de los cristales es el de generadores y directores de energía psíquica. Las energías que se suscitan y dirigen de esta manera se usan comúnmente para la curación y el asentamiento psíquico. Los usos mágicos que se describen en esta obra no precisan complicados o difíciles rituales, aunque sí constituyen un curso completo de magia natural que, por otra parte, ha sido utilizada por el hombre durante miles de años.Scott Cunningham fue un verdadera pionero espiritual que abrió los caminos para un nuevo entendimiento de la magia elemental y natural a través de las hierbas y piedras, por lo que fue ampliamente reconocido. Ejerció como escritor y publicó varias novelas antes de escribir su exitosa Enciclopedia de las hierbas mágicas, tras realizar numerosos viajes de investigación. Tras una larga enfermedad, murió el 28 de marzo de 1993.