El Santo Rosario en Sonetos, leído bajo la óptica del siglo XXI, no puede por menos que acercar al hombre de hoy a los tiempos más o menos lejanos y felices de su infancia y juventud, cuando el rezo cotidiano de misterios y letanías era algo entrañable, familiar y hogareño. Los tiempos cambian, pero la verdad permanece. Entre las páginas de esta obra encontrará el lector una suave invitación -apoyada en la plasticidad del dibujo y en la poesía- a entrar dentro de sí mismo, y de la mano de la Madre vislumbrar el Amor del Hijo.