No es nada fácil saber reaccionar y dar respuesta a las nuevas situaciones a las que, en la actualidad, se enfrenta cualquier padre, madre o educador: la influencia de la televisión, los nuevos comportamientos sexuales, la trivalización de las tradiciones y de las referencias culturales, el hundimiento de los catecismos de todo tipo que nos permitían juzgará y actuar sobre seguro, con frialdad y con la certeza de proceder del mejor modo.
La vida cotidiana nos exige constantemente y no nos queda más remedio que responder a las preguntas que muchos de nuestros hijos e hijas, ni siquiera, se atreven a plantearnos: "¿En qué y en quién te basas? ¿En nombre de quién me das permiso o me prohibes tal cosa? ¿Qué futuro me preparas? ¿Qué puedes prometerme para el mañana?