Del título del libro, Expaña, la deliciosa tierra en que me pudro, podría deducirse que la participación en política no le ha gratificado debidamente; incluso la correcta realización sonora de expaña, quizá siendo sorda la gutural insertada (eks), sugiere un gesto de repulsa desagradable que, inmediatamente, entra en conflicto con «la deliciosa tierra» para acabar reconociendo una progresiva pudrición. De «presentes sucesiones de difunto» dijo Quevedo que estaba constituida su existencia; de mucho desengaño y tristeza parece que Ruiz Reina nos entrega la suya. Y, sin embargo, una afición le tensa las horas y le enriquece los días: le gusta la Poesía hasta tal punto que asume el temerario desafío de buscar la libertad a través de las estrechas rendijas que permiten los rigores de la Métrica.