Epistolario inédito entre los directores de las dos revistas más relevantes de la posguerra española.

La publicación del epistolario hasta ahora inédito entre Victoriano Crémer y José García Nieto viene a romper con una idea repetida en la historiografía de la poesía española de posguerra: el enfrentamiento personal entre los directores de Garcilaso y Espadaña, dos de las revistas poéticas más sobresalientes del desolado panorama de los años cuarenta. Desde su aparición, la crítica vio en Espadaña una oposición frontal tanto ideológica como estética a Garcilaso que, consecuentemente, se extendió a sus directores. Sin embargo, en la presente edición encontramos una serie de cartas en las que se muestra el intercambio de libros y de trabajos, la colaboración y la relación claramente amistosa que había entre ambos escritores. En ellas queda patente el deseo de que las revistas que ambos dirigían fueran más una plataforma cultural, un apoyo para los escritores de la época, que una forma de manifestar una ideología diferente. Pese a la insistencia en lo que ambas venían a representar en el complejo crisol de la posguerra –una poesía clasicista y oficialista frente a otra más comprometida y enfrentada al Régimen–, con los años sabemos que los colaboradores de uno y otro bando simultanearon su aparición en ellas.

Victoriano Crémer Alonso (Burgos, 1906-León, 2009). Tras su paso por la cárcel franquista, dirigió la revista Espadaña. Su obra poética arranca en 1928 con Tendiendo el vuelo al que siguen Tacto sonoro (1944), Fábula de B. D. (1946), Caminos de mi sangre (1947), Las horas perdidas (1949), La espada y la pared (1949), Nuevos cantos de vida y esperanza (1951), Tiempo de soledad (1962), Lejos de esta lluvia tan amarga (1974), entre otros títulos, hasta llegar a El último jinete (2008). En 1958 publicó en México su novela Libro de Caín, que obtuvo el Premio «Nueva España» otorgado por la Unión de Intelectuales Españoles en México.

José García Nieto (Oviedo, 1914-Madrid, 2001). Dirigió, entre otras, la revista Garcilaso. Durante los años cuarenta publicó Víspera hacia ti (1940), Poesía (1944), Versos de un huésped de Luisa Esteban (1944), Tú y yo sobre la tierra (1944), Retablo del ángel, el hombre y la pastora (1944) y Del campo y soledad (1946). En 1950 obtuvo el Premio Adonáis por Dama de soledad y el Premio Nacional de Poesía en 1951 por Tregua y en 1956 por Geografía es amor. Fue elegido académico de la Real Española en 1982 y se le concedió el Premio Cervantes de Literatura en 1996.