Nada puede compensar el daño que causa el terrorismo. Nada puede devolver lo que la violencia terrorista arrebata a las personas. Pero, al menos, a lo largo de los últimos años, se ha desarrollado una política asistencial qeu pretende evitar lo que hemos llemado la doble victimización, que se deriva de dejar a las víctimas en el abandono, sin dar respuesta a las necesidades que surgen en tantas familias a partir de un atentado terrorista. Esa labor asistenical se ha desarrollado en estos años a través de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo.
Nunca será suficiente lo que hagamos todos por las víctimas. Pero estudios como el que contiene el presente libro ayudan a situar su realidad donde merecen y a seguir exigiéndonos a todos que no olvidemos, que mantengamos nuestro compromiso y que renovemos permanentemente nuestro apoyo y nuestro afecto con quienes han tenido que padecer una violencia tan injusta como cruel.