Hace más de tres mil años que los hombres aprendimos a navegar, y desde entonces nuestras naves no han dejado de aventurarse en todos los océanos. Al principio fue con frágiles embarcaciones impulsadas a remo y a vela que recorrieron el Mediterráneo de un extremo a otro, se adentraron en el Mar Negro y traspasaron las Columnas de Hércules para comerciar, hacer la guerra o explorar el mundo más allá de la línea del horizonte. La mayoría de aquellos primeros navegantes serán siempre anónimos, otros forman parte del mito y la leyenda, y algunos relataron sus peripecias en antiguos documentos?periplos?, que a duras penas han llegado hasta nosotros.Jasón, Piteas, Hanón, Nearco y algunos otros son los nombres de aquellos antiguos navegantes que nutren con sus aventuras las páginas de este libro.
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