La obra analiza la evolución del tipo de cambio de la peseta desde su creación en 1868 hasta la actualidad, cuando se ha iniciado ya la cuenta atrás para su definitiva extinción como signo monetario. Pone especial énfasis en la influencia de los precios sobre el valor de nuestra divisa, como argumento de largo plazo, pero atendiendo también a aspectos y variables que explican su comportamiento en el medio y corto plazo. El texto combina ingredientes históricos y de teoría económica, junto a elementos institucionales, todos los cuales contribuyen a explicar cómo la peseta ha evolucionado a la largo de más de siglo y cuarto.