Ermengarda, Edelmira y Críspula son tres viejas brujas nocturnas que deciden hacer una buena acción. En una buhardilla encuentran a Sabina, que ha salido a fumar un cigarro sin que la vea su abuela. Tratan de intimidarla sin conseguirlo, y le proponen entonces que pida un deseo, pero Sabina les dice que cuando su padre regrese le traerá todos los objetos que desea. Ante la insistencia de las brujas, Sabina pide que le hagan vivir una aventura romántica. Las brujas se transforman en personajes de película y transforman al gato de la abuela, odiado por Sabina, en Gerardo, ladrón de joyas que queda prendado de Sabina. La llegada de Vanessa y sus «gorilas» provoca los celos en Sabina y su enfrentamiento con ella.