La filosofía y la psicología no están peleadas, aunque a veces eso pareciera. De hecho, no hay psicología que no tenga detrás una visión filosófica. Aquellos que se forman para ser psicólogos deben echar un vistazo al panorama filosófico para ser totalmente conscientes de dónde provienen las ideas que sustentan sus decisiones profesionales. Un psicólogo con claridad conceptual es capaz de discernir y aprovechar mejor los aportes de las diferentes escuelas y ser un mejor profesional para aquellos que recurren a él.Con ese espíritu, y haciendo un gran esfuerzo de síntesis, presentamos un libro con solo una pretensión: acompañar a psicólogos, y a cualquiera con inquietud sobre la "psique" humana, a darle un vistazo a la parte de la tradición filosófica que más les atañe. El yo, las emociones, el corazón, la voluntad, la identidad, la memoria, el transhumanismo, la búsqueda de sentido, son solo algunos de sus temas. Un material perfecto para estudiantes o profesionales que buscan comprender la complejidad humana y no se conforman con recetas.