Con estas reflexiones pretendo aconsejar a la juventud actual, presentando los argumentos que según mi punto de vista, resultan como los principales motores de su fracaso. Estimar la delincuencia y la prostitución como remedio para ganarse la vida, y disfrutarse de la juventud, es apostarse por el desorden y la animalidad, actitudes que van en contra de la recta moral que caracteriza a las verdaderas personas. De hecho la escuela y junto a los tutores de hogares, y sociólogos, los dirigentes de las comunidades, ONG, y el Gobierno, están llamados a colaborar estrechamente en la urgente implementación de nuevos planes, proyectos y estrategias eficaces tendentes en sensibilizar y reeducar a esta masa con vista a su buena reinserción social; una tarea que requiere el apoyo psicológico. Concurso y compromiso de todos los actores evocados con anterioridad, cada uno a su medida, como para paliar este cáncer que esta propagándose en natura juventud. Porque el camino de la delincuencia.